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Mostrando entradas de marzo, 2011

UNA CULTURA DE UÑAS ABIERTAS -cuarta parte-

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[ continuación ] Las culturas difieren unas de otras por las distintas formas de mirar de aquellos que se expresan, y las formas de mirar varían según cómo se experimente el transcurrir social, la política. Pienso, volviendo a los ejemplos intelectuales, en las muy distintas semánticas y en las distancias emocionales entre un Jean Genet y un Jean Paul Sartre. No, no es tampoco la anécdota o necesariamente el tema lo que caracteriza a la cultura, sino el tratamiento que se le da al material con que se elaboran discursos y momentos; sea la palabra (escrita o hablada), la pincelada o el movimiento (callejero, dancístico o musical), y el tratamiento depende que cómo se percibe el entorno, de cómo se experimenta la cotidianidad, de cómo y desde dónde se mira. Sería un error decir que un libro, por el hecho de tratar de la homosexualidad, es producto de una cultura homosexual. No, insisto, no importa el tema sino la voz que transpira un sentir, y por tanto se construye a través de u

UNA CULTURA DE UÑAS ABIERTAS -tercera parte-

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[ continuación ] Hoy y aquí [México, 1984], vivimos en un patriarcado que masculiniza y falocentraliza la vida; un muy buen ejemplo de ello es el propio lenguaje: en un auditorio en el que podemos contar 3507 mujeres y 1 hombre, se habla en términos masculinos , demoliendo toda posible democratización social en cuanto a sexo-géneros. Tal masculinización abre una barrera entre mujeres y hombres, podemos hablar, entonces, de una cultura masculina y de una cultura femenina : dos formas discursivas, aunque como el sistema social requiere y exige la reproducción, la normada heterosexualización de las relaciones determina una cultura oficial más o menos mestiza. Esta cultura, con acta de reconocimiento, abre nuevas barreras; ahora, entre los hombres y entre las mujeres, taladrando las experiencias y los deseos personales para delinear los núcleos marginales de las homosexualidades. De un lado y dominando la escena con los parlamentos del discurso del poder, están los heterosex

UNA CULTURA DE UÑAS ABIERTAS -segunda parte-

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[ continuación ] Volviendo a los decimonónicos, podemos retomar el primer párrafo del trabajo “La ciencia de la cultura”, escrito por Edward B. Tylor en 1871, para constatar que, pese a su evolucionismo social europeocentrista, resultaba mucho menos reduccionista que otras voces más recientes: “ La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad. ” Sin embargo, desde la perspectiva tyloriana sí parece posible negar la existencia de culturas homosexuales, a no ser que la sociedad en su conjunto se reconociera homosexual; para Tylor, las innovaciones contestararias dentro de un sistema social no eran objeto de estudio ni constituían punto de gravedad alguno. Hoy, a más de un siglo de distancia, el concepto “cultura” sigue siendo objeto de discusión, y la imprecisión misma, en mi

UNA CULTURA DE UÑAS ABIERTAS -primera parte-

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Por ©Xabier Lizarraga Cruchaga Grupo Guerrilla Gay Presentación Corría el año de 1983 cuando un afamado y en aquel entonces joven escritor homosexual (Luis Zapata), autor de una obra icónica: El vampiro de la colonia Roma –obra que dejó huella en este México nuestro de amnesias y frivolidades, pero también de grandes talentos–, hizo una declaración –vía periódicos y avalada por otros– que sin duda me estimuló, me provocó, como miembro del recién creado Grupo Guerrilla Gay, a dejar clara nuestra posición al respecto… Y aproveché el texto que a continuación transcribo, para presentar a nuestro grupo en la Semana Cultural que organizara en 1984  el Grupo Orgullo Homosexual de Liberación (GOHL), en la ciudad de Guadalajara, Jalisco (México). Dicha “Semana” se realizó en un recinto importante de la ciudad, el Museo Regional (o algo así, se llama, aunque la memoria puede estarme jugando una mala pasada). En el receso anterior a que me tocaea presentar mi texto (28 de junio de 1984), me